Una parte de mi locura

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Que tú estás aquí, que existe la vida, que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso ¿Cuál será el tuyo?

domingo, 25 de julio de 2010

250710

Mientras la canción de Vetusta Morla “Año Nuevo” sonaba en mi Ipod y amenizaba mi paseo solitario por las calurosas calles de domingo, mi cabeza se preguntaba por qué contamos nuestra vida en años, ¿a caso para nosotros lo más importante es cuánto tarda en dar la vuelta nuestro planeta a una estrella que dentro de unos cientos de millones de años desaparecerá? Creo que sería más “ético” contar nuestra vida en función de las personas que queremos, ¿no?, ellas son las que realmente componen nuestra vida, tenemos que usar cosas tangibles, no cosas tan abstractas como el concepto de tiempo; al fin y al cabo el tiempo pasa y las personas quedan, en nuestra memoria o de manera física, pero nunca nunca se van. ¿De qué te sirve decir que tienes unos años u otros si no has podido compartir con nadie nada...?

viernes, 23 de julio de 2010

Recuérdame


# Todo lo que hagas en la vida sera insignificante, pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hara, como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: "No estas mínimamente preparado para esto", pero la otra parte dice: "Hazla tuya para siempre..."

# Nuestras huellas dactilares no se borran de las vidas que tocamos...

# Sé que no estás aquí por mi, y no... pero te agradezco que hayas venido. Si sirve de algo... creo que eres maravillosa.

Que duro es darte cuenta de que las personas cambian, y en que medida lo hacen. Pero tú sigues siendo la idiota que lo da todo por ellas, la idiota que sonríe si ellas te sonrien, la que llora si ellas lo hacen. Como duele hacerte a la idea de que ya nada es como antes, no eres tú la que has cambiado, son ellas las que intentan ver que ya no eres la Marina de siempre. Pero debo decir también, que hay personas estupendas en esta vida y que te hacen todo mucho más sencillo, personas que te quieren, y lo demuestran, personas que sonrien si tu lo haces y que no sólo lloran a tu lado, si no que intentan que la lluvia de tu vida escampe... Ójala se acabe ya esta mierda para poder disfrutar de la vida con las personas que realmente merecen la pena, y dedicarles todo el tiempo y el cariño que se merecen.

Sonatina

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!

Marina- Carlos Ruiz Zafón

“Mi amigo Oscar es uno de esos príncipes sin reino que corren por ahí esperando que los beses para transformarlos en sapo. Lo entiende todo al revés y por eso me gusta tanto. La gente que piensa que lo entiende todo a derechas hace las cosas a izquierdas, y eso, viniendo de una zurda, lo dice todo.

Me mira y se cree que no le veo. Imagina que me evaporare si me toca y que si no lo hace, se va a evaporar el. Me tiene en un pedestal tan alto que no sabe como subirse. Piensa que mis labios son la puerta del paraíso pero no sabe que están envenenados. Yo soy tan cobarde que por no perderle, no se lo digo. Finjo que no lo veo y que si, que no me voy a evaporar…

Mi amigo Oscar es uno de esos príncipes que harían bien manteniéndose alejados de los cuentos y de las princesas que los habitan. No sabe que es el príncipe azul quien tiene que besar a la bella durmiente para que despierte de su sueño eterno, pero eso es porque Oscar ignora que todos los cuentos son mentiras, aunque no todas las mentiras son cuentos. Los príncipes no son azules y las durmientes aunque sean bellas, nunca despiertan de su sueño.

Es el mejor amigo que nunca he tenido y, algún día me tropiezo con Merlín, le daré las gracias por haberlo cruzado en mi camino.”

“Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya”

"Poder es cuando tenemos justificación para matar, y no lo hacemos"

Pablo Neruda


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
¡Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos!

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

¡Qué importa que mi amor no pudiera guardarla!
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Yo no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise..
Mi voz buscaba al viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.