Una parte de mi locura

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Que tú estás aquí, que existe la vida, que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso ¿Cuál será el tuyo?

jueves, 30 de diciembre de 2010

Que se acabó!

Hoy es 30 de diciembre de 2010, aparentemente un día como otro cualquiera, me he levantado, he comido, y en breves iré para cenar; tenía pensado escribir mañana o quizás el sábado, pero mañana estaré demasiado enfadada con mis padres por la constante pelea de los horarios y no tendré ganas, y el sábado pues a saber qué haré el sábado igual me da por escribir algo diferente, je je.

Mi tuenti dice que quedan 1 día 2 horas y 19 min para que se acabe el año, madre mía, ha pasado un año y todavía parece que... es que es algo increíble, el tiempo ha empezado a acelerarse de manera vertiginosa; pero si me paro fríamente a pensar en todas y cada una de las cosas que han ocurrido este año, han sido muchísimas. El año no empezó demasiado bien que digamos, fue una noche vieja... pues aburrida, no como las que recordaba. La verdad es que este año, bueno, la mayor parte de él, no se ha caracterizado por ser super feliz, aunque, no ha terminado mal, eso también tengo que decirlo.

He terminado el año con el pelo moreno, un poquito más alta, ¡un poquito más delgada :)!, con un amigo más, sin novio, con un gracias colgadito del cuello (I love it!), escribiendo en un mac, con móvil nuevo, con profes y compañeros diferentes, con toda la familia junta :), con mis amigas de toda la vida, si un euro la tarjeta, con muchas muchas ganas de seguir filosofando, leyendo, escribiendo, con faceadicción, muy muy sensible, en este momento con una lagrimilla, con un poquito más de amor propio, con MUCHÍSIMA empatía, con un puñado de libros en la estantería, con un terrible amor hacia la historia, con especial gusto por el francés y principio de apatía hacia el inglés, con tropecientasmil caídas...

He crecido tanto este último año, sí, lo sé, lo noto, lo siento! Y todo ha sido gracias a ella, una persona como ninguna otra, "con la elegancia de un erizo", con un detector de días malos increíble, con una sabiduría superbe, que escribe que te mueres, que odia que la psicoanalicen, odia los regalos materiales, y por momentos me odia a mi también, je je. Creo que, bueno, afirmo que se lo debo a ella, y aunque ella diga que no, tendré una deuda de por vida.

Por otro lado están las de siempre, las que nunca me han dejado,  las que reconozco que tuve en el olvido durante un largo periodo de tiempo pero que estuvieron ahí para levantarme de una de las mayores leches de mi vida. Es algo que de verdad tengo que agradecerles.

Y luego está mi chico, el que me llama inculta por no saber como se llaman esas mujerzuelas de Sálvame, el que me hace reír como nadie, el que tardó tres semanas en devolver la película, el que me preparó la cena :), el que me hizo unas fotos :O, el que saca cinco vistos en las redacciones de inglés ;), el buscó y me compró mis botas de agua de B&L, el que mañana estará guapísimo con su nuevo conjunto, el que bailará conmigo hasta que mi horario princess nos lo permita, un amigo, pero de los de verdad.

Pues sí, con esto es con lo que voy a quedarme este año, porque, para qué recordar lo que no merece la pena. Esto es lo que realmente importa. No quiero ni que el 2011 sea mejor, ni peor que este. Quiero que sea diferente, que tenga un poquito de todo, que lo malo sea un poquito menos malo y que lo bueno sea mejor. Quiero seguir creciendo, aprobar el curso, divertirme, bailar, reir, llorar, abrazar, aprender, pero mucho mucho, y sobre todo... VIVIR

domingo, 26 de diciembre de 2010

La poesía no es de quien la escribe, sino del que la necesita

Como ya dije en la última entrada, no tenía pensado actualizar hasta dentro de un par de días, pero ayer hicieron un comentario que me hizo pensar. Una amiga, a la cual aprecio mucho me dijo que a través de mi blog se había dado cuenta de lo poco que yo misma me quería. Yo le di la razón, no era la primera persona que me decía eso, luego me paré a pensar dónde había podido ver algo así para decir tal afirmación y cómo los que me rodean y verdaderamente me conocen pueden verme así si nisiquiera yo me doy cuenta.

Es cierto que no confío mucho en mi misma, ni en mis capacidades. Eso es signo de poco amor propio, lo sé, pero yo no puedo llegar y decir, soy la mejor en esto o en esto otro, porque no es cierto, siempre hay alguien mejor, siempre se puede ser mejor, siempre podemos mejorar en todo porque no existe la perfección, nosotros mismos la marcamos por eso las personas que al igual que yo buscan esa perfección que es imposible de alcanzar desisten al no conseguirla y creen que todo lo que han hecho y hacen no sirve para nada.

La verdad es que hace un par de años yo no era así, quizás si que lo era pero la vida era diferente, no se plantea de igual modo a una niña de 12 años que a otra de 16, simplemente cambia la manera de ver las cosas porque todo sigue igual. Ahora me fijo en cosas a las que antes no daba importancia, veo injusticias en lugares para mi desconocidos. Te das cuenta de que no todo el mundo actúa con la misma buena voluntad que tú, las personas buscan su interés propio, en algún momento todos deberíamos buscarlo, está claro, pero nunca pasando por encima de nadie ni haciéndoles daño. Desgraciadamente es así como se aprende, o por lo menos como yo he aprendido a ser quien soy. He visto las dos caras de la moneda, y he elegido ser así. Tiene sus pros y sus contras, como todo en esta vida.

Puede que algún día me reconozca a mi misma aquellas cosas que hago bien, que estoy segura que como todo el mundo tendré mis virtudes. Por ahora sólo analizo mis defectos y me castigo cada día por ellos.

Bueno, he llegado a la conclusión de que sí, me quiero muy poco, pero eso no me impide regalar amor a los que me rodean, si no pudiese hacer eso, empezaría a preocuparme de verdad, je je. Supongo que se cambia, o igual no, quién sabe.

sábado, 25 de diciembre de 2010

He estado intentando buscarle explicación por qué las navidades nos crean este sentimiento de tristeza si, suspuestamente, es un tiempo de alegría. Cuando llegan estas fechas, se unen familias que quizás vivan separadas por cientos de kilómetros durante muchísimo tiempo o simplemente no estan todos juntos de una forma habitual, y por el mero hecho de pensar que puede ser la última vez que estén todos juntos o por recordar a aquellos que ya no están... nos bombardean millones de recuerdos, que son muy felices, pero sabes que no volveran a repetirse.

Dicen que las navidades sacan lo mejor de las personas, yo no lo creo, si sacar lo mejor son los regalos, en fín, pueden regalarse cosas durante los restantes días del año y no por eso decimos que éstos saquen lo mejor. Si se regalan cosas en navidad, por mi parte, es para agradecer todo lo que se nos puede olvidar a lo largo del año, y si el regalo que haces es bueno, te salvas, no? je je. De todas las formas, personalmente, es algo que ya no hace tanta ilusión, sabes que van a estar ahí, como mucho pueden causarte desilusión, si es la ausencia de ellos lo que te encuentras.

Recuerdo que noches como la de hoy y la del día cinco no podía conciliar el sueño, tardaba horas en dormirme, me despertaba cada hora y cuando eran las seis salía muy despacito, sin hacer ruido para comprobar que ya estaban ahí. Volvía a mi cuarto y despertaba a mi hermana, juntas intentábamos hacer más corta una espera que resultaba ser eterna, terminábamos contando los segundos, y cuando ya eran las ocho, corríamos ilusionadas. Es increíble cuánto hemos cambiado desde entonces, nuestra ilusión disminuye de manera proporcional al aumento de la edad... puede que algún día vuelva cuando podamos verla en lo ojos de alguien y de ese modo compartirla :)

bueno... me despido hasta mi reflexión de fin o quizás principio de año. Feliz Navidad!

martes, 21 de diciembre de 2010

Estoy cansada...

 He llorado hasta no poder más, he reído para fingir que estoy feliz. He perdonado cosas que a mi misma no hubiesen perdonado. He tenido, tengo y tendré a mi lado a las mejores personas sobre la faz de la tierra. He hecho reír incluso cuando era yo la que necesitaba esa risa. He sacado fuerzas de donde no las había. He tenido el coraje de decir te quiero cuando de verdad lo he sentido. Me he comportado como una idiota cuando no debería hacerlo. He fallado en muchas ocasiones, y todavía me arrepiento si lo recuerdo. He escuchado lo más atentamente posible a todos los que han necesitado que lo hiciese. Me he hecho la sorda para fingir que no lo había oído y parecer un poco más feliz, también me he hecho la ciega para no ver lo que dolía. He conocido al primer amor. He tenido enfrente al desamor. He hablado más de la cuenta. Me he bajado el orgullo para no alejarme de personas imprescindibles. He intentado contener las lágrimas para hacer creer que soy fuerte, aunque no lo soy. He desvaríado tanto que he perdido la cuenta, je.
Y hoy, he sido capaz de levantarme, mirar al frente y seguir adelante.

lunes, 20 de diciembre de 2010

En fín, soy así.

Me pone nerviosa que la gente se ría de tí porque llevas un libro de poesía en la mano, porque digas que te gusta la filosofía, pero lo que me hace sentir peor es que por culpa de la risa de esas personas tenga que callarme por miedo al ridículo lo que de verdad pienso.

Son  muchas las reacciones, pero ninguno se para a pensar, ¡leches, pues si a ella le gusta, será por algo!, ¿no? Te preguntan así con tono irónico, ¿pero qué es eso, por qué lo lees, por qué te gusta? ¿Y yo qué hago? Pues me callo, y recojo el libro en la mochila, o debajo del abrigo en el trayecto biblioteca-clase para que nadie lo vea.

Cuando me preguntasen eso me gustaría decirles que todo lo que eso me transmite y me hace sentir no lo consigue ninguna otra cosa, que eso me ayuda a ser un poquito mejor persona, me permite autorealizarme, me siento bien, y es algo que no cambiaría por ninguno de aquellos que se ríen de ello. Me haría tan feliz poder compartirlo, en ocasiones, y siempre que tengo la oportunidad lo hago. Lo cierto es que es difícil encontrar con quien hablar de cosas así. Tampoco es tan grave, no sé, a unos les gusta el fútbol, a otros el baile, la guitarra... a mi me gusta esto.

Sé que me pongo demasiado profunda con cosas así, pero es que realmente me hace daño, sé que normalmente lo que digan de nosotros "hagamos oídos sordos" pero si es que se te ríen en la cara... pues una vez pasa, pero siempre. Tampoco me lleva a ningún sitio todo eso... pero, ya lo he soltado.

Después de un día tan,,, tan no bueno, je. Quedan dos días para poder descansar y 26 para los diecisiete, como me gusta contar todo, siempre tan calculadora, jiji. Aurevoir!

domingo, 12 de diciembre de 2010

viernes, 10 de diciembre de 2010

Que la vida es mejor en compañía viendo a los demás pasar ♫

Normalmente nos quejamos porque siempre nos tratan peor de lo que nos merecemos, pero en ocasiones, es contrario. Nunca me había sentido como ahora me siento, he recibido incluso más de lo que yo misma habría podido esperar nunca y, por una parte esto feliz porque los resultados han sido buenos, pero por otro lado me siento... no sé como explicarlo.

Me encanta también la sensación de recuperar una amistad que con el tiempo creías perdida, tampoco había sentido esto hasta ahora.

Por otro lado estan las decepciones, las ganas de dejarlo todo.

Demasiadas emociones extremas para tan frágil corazón...

jueves, 9 de diciembre de 2010

Al fin y al cabo... somos más transparentes de lo que pensamos

Ella gritaba con fuerza pero había demasiado ruido como para que alguien pudiese oírla. Entonces comenzó a llorar, lloraba como nadie nunca antes lo había hecho. En su rostro se podía leer todo el dolor que guardaba y que quería contar, pero no tenía a nadie a quien hacerlo. La noche sucedió al día, y así varias semanas. Cada mañana se pintaba una sonrisa con la que transmitía todo menos felicidad, una de esas sonrisas con las que te brillan los ojos, una de esas sonrisas que se apagan cuando dejan de mirarte... Realmente estaba sola, acudía al café siempre a la misma hora con la ilusión de encontrarle, pero nunca volvió... Quedaba dormida con el móvil en sus frágiles manos, pero nunca perdía la esperanza. Seguía vistiendo esa camiseta roja que a él tanto gustaba pero ya era tarde, demasiado tarde, estaba tan ciega que ni siquiera se había dado cuenta de todo el tiempo que había pasado desde entonces. Necesitaba alguien que la devolviese a la realidad, de lo contrario... iba a apagarse muy pronto.

martes, 7 de diciembre de 2010

Confianza es el sentimiento de poder creer a una persona incluso cuando sabemos que mentiríamos en su lugar.

A primera vista puedo parecer una persona que confía en todos, no digo que un día en el que necesite hablar explote con una persona a la que no conozco demasiado,  pero a la hora da verdad, no es así. No sé cuál será el significado de confianza para el resto de personas, pero yo, cuando digo que confío en alguien, lo digo de verdad, no tengo miedo a contarle nada, no barajo ni siquiera la posibilidad de que no quiera oírme, porque, por mi parte, por muy pocas ganas de nada que tuviese, ayudaría a aquellos que confían en mi. Parece que la gente suelta el "confío en tí" a la ligera, ya que cuando tendrían que hacerlo, no lo hacen, y te preguntas ¿he estado haciendo el idiota durante tanto tiempo?...

lunes, 6 de diciembre de 2010

Another day....

Sí, puede que sea una de las personas más frías que has conocido, pero también tengo que decir que nadie regala cariño como yo. Puedo pasar de un extremo a otro en un segundo, mis momentos de felicidad duran a lo largo, un par de horas, sin embargo, puedo estar llorando por la misma tontería durante días. Soy incapaz de hablar algo a la cara sin llorar, por eso nunca lo hago. Me cuesta mucho contar lo que realmente me preocupa, pero cuando lo hago...

domingo, 5 de diciembre de 2010

"Cualquier tiempo pasado nos parece mejor, volver la vista atrás es bueno a veces..."

Luces, árboles, todo sabe ya a navidad. Todas esas pelis americanas que televisan en esta época del año siguen los mismo patrones, una familia superfeliz o alguien que por fín encuentra el amor, situaciones idílicas que para nada se parecen a la realidad, con esto no quiero decir que muchas familias no estén felices y que no haya gente que se conozca en navidad, pero como en muchas otras situaciones del año. De hecho, para mi, y desde el año pasado, son de los días más tristes. Parece que no, pero vivimos de recuerdos, asociamos todo con todo y por eso nos cuesta tanto enfrentarnos a las situaciones de la vida. Yo, siempre que paso por algún lugar recuerdo lo que pasó allí la última vez, cuando veo una fecha en el calendario me pasa lo mismo, incluso cuando veo un trabajo, una foto, o me pongo una ropa determinada... No es bueno desprenderse de todos y cada uno de nuestros recuerdos pero nuestro estado emocional no puede depender de ellos en la medida que yo lo hago. Es bueno poder recordar momentos de extrema felicidad para poder volver a sentir aquello, pero más tarde piensas que ya nada volverá a ser igual y llegan las largas tardes de nostalgia y de llorar a mares... y esto es lo que me ocurre cuando llegan estos días en los que hay demasiado tiempo para pensar, para salir y también para quedarse en casa... Ahora todo es diferente, ya nada es como recordaba, supongo que es el primero y como se suele decir "todos los principios son duros"
Mañana será otro día.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Grito sobre un papel escrito y nunca digo nada...

¿Vivimos mejor en la ignorancia? esa es la pregunta que llevo haciéndome todo el día. Siempre decimos, "uy sí, yo prefiero saberlo todo" y luego nos cuentan todo lo que dicen a nuestras espaldas y, en fín, casi preferíriamos no saberlo. En ocasiones oímos cosas que nos duelen tanto como si fuesen contra nosotros. Sé que si no se lo digo reviento, pero, y si?...
Quizás sea una tontería, no lo sé, pero que me estoy comiendo la cabeza también... je. Lo reflexionaré con la almohada esta noche, lo que si que tengo claro es que... con ella, delante mío, no van a meterse. No comprendo como la gente habla tantísimo, está claro que se nos juzga por todo. Sí, yo también lo he hecho alguna vez, pero con algo de cabeza. No así, ala, con lo primero que te viene, es que... ¡increible!, me cabrea muchísimo. No soporto que se metan con aquellos a los que quiero, ¡qué sabrán ellos!
Podría seguir toda la noche, pero no merece la pena...