Sabias palabras de una amiga que como muchas de las cosas que se dicen o hacen a lo largo del día me hacen reflexionar sobre todo esto, que no sé qué es exactamente. En días como estos, sí, en días que todo ha salido aparentemente bien, pero que te dejan un sabor... extraño, insípido. Ni yo misma puedo aguantarme, mis párpados pesan mucho... pero mucho, pero no quiero dejar de escribir, a la luz de una bombilla amarilla mezclado con el blanco del ordenador... creo que es cosa de segundos que me quede dormida tecleando, no tengo fuerza para mover los dedos, ya es suficiente, tengo tantas cosas que contar...
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