Una parte de mi locura

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Que tú estás aquí, que existe la vida, que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso ¿Cuál será el tuyo?

sábado, 15 de diciembre de 2012

Te contaré un secreto, algo que no se enseña en tu templo: los dioses nos envidian. Nos envidian porque somos mortales, porque cada instante nuestro podría ser el último, todo es más hermoso porque hay un final. Nunca serás mas hermosa de lo que eres ahora, nunca volveremos a estar aquí...

jueves, 6 de diciembre de 2012

It is no way to change this.

Un grupo de puercoespines se apiñaron densamente un frío día de invierno para obtener calor y salvarse de morir congelados. Muy pronto, sin embargo, sintieron las púas recíprocas, lo que los obligó a separarse de nuevo.

Cada vez que la necesidad de calentarse los reunía, volvía a presentarse aquel otro inconveniente, por lo que siempre se veían arrastrados entre uno y otro tipo de sufrimiento, hasta que finalmente encontraron una moderada distancia entre ellos que les permitía soportar su situación.

Así, la necesidad de vivir en sociedad, nacida del vacío y de la monotonía del yo interior, atrae a los seres humanos los unos hacia los otros; pero sus numerosos rasgos desagradables y errores imperdonables vuelven a separarlos.

La distancia intermedia, que terminan por hallar y hace posibles su convivencia, viene dada por la amabilidad y las buenas costumbres. A aquel que no guarda esa distancia se le advierte en Inglaterra: Keep your distance!

Es cierto que esa distancia satisface sólo a medias la necesidad de obtener calor recíproco; pero al menos evita que se sienta el dolor de las púas. Quien disponga, sin embargo, de suficiente calor interno hará bien en mantenerse alejado de la sociedad, para así no molestar ni ser molestado.

Arthur Schopenhauer (1788-1860)
Parerga y Paralipomena, Volumen II, Capítulo 31, § 396.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La gente espera toda la semana para el viernes, todo el año para el verano y toda la vida para ser feliz.


Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Sin embargo…
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.

domingo, 2 de diciembre de 2012