Ser Feliz, felicidad... no morir lentamente

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no escucha música, quien no halla encanto en si mismo.

Tenemos que encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de la vida, en esas cosas que nos parecen absurdas, pero que en realidad son las que nos mantienen vivos.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Cuando alguien te tienda la mano, cógela, no sólo tú te sentiras bien, la persona que te intenta ayudar  experimentará esa sensación que todos tenemos después de un trabajo bien hecho.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los días los mismos senderos, quien no cambia de rutina, no se arriesga a vestir un nuevo color o no conversa con desconocidos.

Vivir es arriesgar, sé original, define nuevas metas aunque lo demás crean que son imposibles, bébete la vida de trago,  corre cuando los demás anden, sonrie y haz sonreir cuando los demás lloren, nunca dejes de ser tú misma, ninguno sabemos de lo que en realmente somos capaces, por lo que nunca digas que no a lo desconocido, ¡atrévete a ser!


Muere lentamente quien evita una pasión, y su remolino de emociones, aquellas que rescatan el brillo en los ojos y los corazones decaidos.

No tengas miedo a sentir, eso nunca, deja que lo demás también sientan. No tengas miedo a expresar todo eso que tú tienes dentro, eso que te da fuerzas cada día...

Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor, quien no arriesga lo seguro por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite al menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos…

En esta vida hay tiempo para todo, y muchas veces a lo que menos tiempo dedicamos es a vivir. Estamos demasiado ocupados pensando en qué haremos mañana como para disfrutar lo que hacemos ahora mismo. Una vez me dijeron que no tuviese miedo a lo desconocido... y ójala hubiese hecho caso entonces...

Vive hoy! - ¡Haz hoy!
¡Ariesga hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡No te olvides de ser feliz!”

Pablo Neruda