Una parte de mi locura

Estoy tan cansada que... me cuesta mantener los ojos abiertos, me pesan las piernas y tengo la cabeza totalmente llena de "nada". Mi día a día consiste en memorizar gran cantidad de información, plasmarla lo mejor posible en el papel para que cuando llegues de nuevo a casa la borres e introducir nueva, así sucesivamente...
Creo que si no nos sintiesemos presionados de esa forma, los que realmente tenemos ganas de aprender lo haríamos mejor, aunque resulta muy estimulante el recibir una buena nota, pero también quita las ganas de seguir cuando ves una que no lo es tanto.
Muchos aspectos de la vida pueden aprenderse sólo por el afán de conocerlos y así desenvolverte mejor en todas las situaciones, además, si realmente quieres aportar algo, primero tienes que conocer lo que ya está escrito para poder escribir cosas nuevas. Lo mismo ocurre con la enseñanza, no puedes enseñar algo que primero no hayas aprendido.
En esto también influye el carácter de la persona que imparte una materia, y no tanto la simpatía que tengas por una asignatura o no. Una persona que se sienta 6 horas delante de 30 personas tendría que aparentar, por lo menos, que estar ahí no es tan "horrible" y que puede mirarnos, hablarnos, y tratarnos, como a un igual, que ni comemos ni le pegamos nada...
Por suerte las personas así suelen ser una minoría y son camufladas por las que realmente merecen la pena. Pero así sucede en todos los momentos y lugares, siempre habrá buenas, y no tan buenas personas, aunque en el fondo, yo creo que esas también son alguien estupendo, pero que no permiten "bajar el listón" y estar en esa línea les gana la apatía de muchos. Solamente se relajan con aquellos que creen fuera de su vínculo laboral, lejos de aquellos que son vistos como algo "diferente" por debajo de su nivel. Todavía no entiendo por qué, si ambos lados conocen los límites... como ya decía Aristóteles, la virtud está en el punto medio, sólo hay que saber dónde se encuentra :)